Qué consejos dar a mayores que desean escribir cuentos para niños

Escribir cuentos para niños es un acto maravilloso, lleno de posibilidades creativas y la oportunidad de sembrar imaginación y alegría. Muchos adultos, a menudo reacios a dejar de soñar, desean retomar esta actividad, ya sea para llenar un vacío creativo, para regalar historias a sus nietos o simplemente por el placer de dar vida a personajes y mundos fantásticos. Sin embargo, el proceso puede ser intimidante. El objetivo de este artículo es ofrecer algunos consejos prácticos y motivadores para aquellos mayores que se animan a explorar este maravilloso mundo de la escritura infantil.
Es importante entender que la escritura para niños no se rige por las mismas reglas que la escritura adulta. Debemos considerar su atención corta, su lenguaje limitado y la necesidad de historias directas y atractivas. Este artículo busca desmitificar el proceso y ofrecer estrategias que permitan a los mayores crear cuentos que cautiven y entretengan a los pequeños lectores.
Conoce a tu Audiencia
La clave para escribir cuentos infantiles exitosos reside en comprender a tu público. ¿Para qué edad estás escribiendo? Un cuento para niños de 3 años será muy diferente a uno para niños de 8. Piensa en sus intereses, su vocabulario y su capacidad de comprensión. Investiga qué temas atraen a los niños de esa edad: animales, princesas, aventuras, amigos, etc. Observa a los niños pequeños en acción – cómo juegan, cómo reaccionan a las historias – para obtener inspiración y entender sus necesidades emocionales. No intentes emular las tendencias actuales, pero sí ser sensible a lo que les gusta a los niños de hoy.
Además, es crucial considerar la sensibilidad de tu público. Los niños son increíblemente perceptivos y pueden detectar fácilmente la manipulación o el contenido inapropiado. Evita temas demasiado complejos o que puedan generar miedo o ansiedad. En lugar de eso, enfócate en historias positivas, inclusivas y que promuevan valores como la amistad, la honestidad y la perseverancia. Recuerda que tu objetivo es entretener y enseñar, no intimidar.
Por último, ten en cuenta la diversidad. Los niños son diversos en su raza, cultura, género y habilidades. Asegúrate de que tus personajes sean representativos de esta diversidad y que tus historias reflejen una amplia gama de experiencias. La inclusión es fundamental para crear un mundo literario más justo y equitativo para los niños.
Estructura Sencilla y Directa
Los niños pequeños tienen poca paciencia, por lo que es esencial mantener una estructura narrativa sencilla. Comienza con una introducción clara y concisa, desarrolla el conflicto o la situación principal y llega a una resolución satisfactoria. Evita demasiados giros argumentales o subtramas complejas que puedan confundir al lector. Las historias deben ser lineales y fáciles de seguir.
Utiliza un lenguaje simple y directo. Evita las frases largas y complicadas, las palabras rebuscadas y las metáforas abstractas. En su lugar, opta por oraciones cortas y claras que sean fáciles de comprender para los niños. Utiliza un vocabulario apropiado para la edad de tu público objetivo. No tengas miedo de repetir palabras o conceptos importantes para reforzar la comprensión.
Finalmente, la finalización es crucial. La última frase de tu cuento debe ser clara, concisa y memorable. Debe dejar al lector con una sensación de satisfacción y, si es posible, con una pequeña reflexión sobre la historia. Evita finales abruptos o inconclusos que puedan frustrar al lector.
Crea Personajes Memorable
Los niños se conectan con personajes auténticos y con los que puedan identificarse. No es necesario que tus personajes sean perfectos; de hecho, los personajes con defectos suelen ser más interesantes y cercanos. Dale a tus personajes una personalidad distinta, un rasgo peculiar o una característica memorable que los haga únicos. También es importante que tus personajes tengan motivaciones claras y objetivos definidos.
Considera la apariencia de tus personajes. Describe su ropa, su cabello, su rostro y cualquier otro detalle que pueda ayudar al lector a imaginarlos. Utiliza descripciones visuales vívidas y sensoriales para crear imágenes claras en la mente del lector. No te limites a enumerar características; intenta transmitir la esencia de cada personaje a través de sus expresiones, su lenguaje corporal y sus acciones.
No olvides darle a tus personajes un nombre memorable y fácil de pronunciar. El nombre de un personaje puede ayudar al lector a recordar y conectar con él. Además, el nombre puede contribuir a la personalidad del personaje. Escoge un nombre que sea apropiado para la edad de tu público objetivo y que refleje la esencia del personaje.
Un Toque de Humor y Fantasía

Los cuentos infantiles a menudo se benefician de un toque de humor y de la fantasía. Las risas son contagiosas y pueden hacer que una historia sea aún más atractiva para los niños. Incorpora situaciones divertidas, personajes cómicos o juegos de palabras ingeniosos. Pero recuerda que el humor debe ser apropiado para la edad de tu público y que no debe ser ofensivo o denigrante.
La fantasía puede transportar al lector a mundos imaginarios llenos de magia, aventuras y criaturas increíbles. Crea paisajes fantásticos, personajes míticos y situaciones sorprendentes. No te limites a copiar las fantasías existentes; crea tus propias historias originales y originales. Pero asegúrate de que la fantasía esté integrada de forma coherente en la historia y que no sea demasiado gratuita o inverosímil.
Incorporar elementos de imaginación es fundamental para captar la atención de los niños. Los dragones, las princesas, los robots, los animales que hablan... todo es posible en un cuento infantil si se presenta de forma creativa y entretenida. No tengas miedo de experimentar y de romper las reglas. La clave es divertirse y dejar volar la imaginación.
La Importancia de la Revisión y Edición
Ninguna historia es perfecta desde el primer borrador. Es crucial dedicar tiempo a la revisión y edición de tu cuento. Lee tu historia en voz alta para identificar posibles problemas de ritmo, claridad y fluidez. Pide a alguien que lea tu historia y te dé su opinión honesta. Presta atención a los comentarios y sugerencias de tu lector, pero recuerda que la última palabra siempre la tienes tú.
Corrige los errores de gramática y ortografía. Un cuento con errores puede distraer al lector y dificultar la comprensión. Utiliza un corrector ortográfico y gramatical, pero no confíes únicamente en él. Revisa tu historia cuidadosamente para asegurarte de que no haya errores que hayas pasado por alto.
Finalmente, considera la maquetación de tu cuento. Utiliza una fuente legible y un tamaño de letra adecuado para la edad de tu público. Utiliza espacios en blanco para facilitar la lectura y dividir el texto en párrafos cortos. Asegúrate de que el diseño de tu cuento sea atractivo y visualmente agradable.
Conclusión
Escribir cuentos para niños puede ser una experiencia gratificante y enriquecedora, tanto para aquellos que se animan por primera vez como para los escritores más experimentados. Recuerda que la clave del éxito radica en la comprensión de tu audiencia, la estructura sencilla, los personajes memorables y la dosis adecuada de humor y fantasía. No tengas miedo de experimentar, de ser creativo y de dejar volar tu imaginación.
Lo más importante es disfrutar del proceso y recordar que estás dando a los niños la oportunidad de descubrir la magia de la lectura y la imaginación. La escritura infantil no es solo una profesión, sino una forma de compartir alegría, inspirar sueños y enriquecer las vidas de los más pequeños. ¡Así que, adelante, escribe y regala a los niños la magia de tus historias!
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